Tablets y ordenadores en las aulas

La incorporación de tablets y ordenadores personales en las aulas es cada vez más una realidad. Cada curso son más los centros que utilizan estos dispositivos en sus aulas no solo entre los alumnos de más edad, sino incluso con más frecuencia en aquellos más jóvenes.

Los niños pequeños han nacido ya con tablets y otros dispositivos en casa y los manejan de una forma muy natural e intuitiva, por lo que muchos profesores creen que es muy buena idea aprovechar esto para que aprendan mientras juegan.

En el caso de alumnos de más edad, el uso de Internet como fuente de información es cada vez más habitual y muchos profesores se encargan de enseñarles cómo deben de filtrar la gran cantidad de páginas que pueden encontrar online para separar fiables de no fiables.

Incluso los centros educativos utilizan las nuevas tecnologías para dar las notas respetando así la Ley de Protección de datos, informar a los padres de las ausencias de sus hijos de manera inmediata o para colgar fechas de exámenes o trabajos a realizar de modo que puedan consultarlos y conocer exactamente qué están haciendo sus hijos en clase y cuál es su agenda escolar.

Tablets y ordenadores como factor de discriminación

Los docentes y los padres no suelen oponerse a que en los colegios se utilicen tablets o incluso portátiles, pero tienen miedo a que esta pueda acabar convirtiéndose en un doble factor de discriminación:

-Discriminación por razones económicas. Aquí son mayoría los que piensan que si sus hijos deben de utilizar  tablets o un ordenador en sus clases este debe de ser proporcionado por el centro educativo gratis o, como mínimo, entrar en los programas de ayudas que ya existen para libros.

Solo de esta forma se garantiza que todas las familias puedan acceder a estos dispositivos y que además, todos los niños tengan exactamente el mismo, sin que la tablet o el portátil que usen en clase sea un modo de diferenciarse económicamente entre ellos.

-Discriminaciones por razones de conocimientos. Por otro lado, los docentes de más edad que son los que tienen más problemas a la hora de manejarse con las nuevas tecnologías, temen quedar relegados en sus puestos.

A pesar de que la mayoría tienen a su disposición muchos cursos de formación gratuitos, debido a su edad no se sienten ya capacitados para llevarlos a cabo y temen no poder acceder a determinados centros debido a esto.

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