Obsolescencia programada: ¿cómo combatirla?

En 1924 los principales fabricantes de bombillas se reunieron y decidieron acortar a propósito la vida de sus productos para obligar a que estos fueran repuestos de manera más frecuente. Esto se conoce como el inicio de la llamada obsolescencia programada, una práctica que continúa en vigor hoy en día y que se potencia con la actitud de ciertos técnicos de las casas que recomiendan a los clientes tirar un aparato electrónico y comprar otro en lugar de repararlo, porque no sale a cuenta el arreglo.

Pero esta práctica no solo tiene un coste para nuestros bolsillos, sino también para el medio ambiente ya que cada vez se generan más y más residuos muy complicados de reciclar. Por eso, muchos han comenzado a levantarse contra la obsolescencia programada y proponen soluciones para combatirla.

Siempre que sea posible, repara

En servicios técnicos como Atosaolsa.com lo tienen claro, reparar un electrodoméstico de poco tiempo suele salir a cuenta en la gran mayoría de los casos. Salvo accidentes que hayan dañado piezas de gran importancia y alto valor, lo habitual es poder sustituir las partes dañadas por otras y que esto no resulte más costoso que una compra nueva. Especialmente si se trata de aparatos de calidad. No hay que dudar en pedir un presupuesto y ver cuánto cuesta realmente la reparación.

Y cuando se quiera cambiar un electrodoméstico por otro simplemente porque es más moderno, tiene mejor imagen o tiene prestaciones a mayores, el antiguo puede venderse o donarse a alguien que lo necesite en lugar de retirarlo. De esta manera, no irá a formar parte de la montaña de residuos y tendrá más años de vida útil.

Escoge preferentemente aparatos fabricados de manera modular y con garantías

Cuando se adquiere un electrodoméstico low cost el bajo coste de este suele venir dado porque se utilizan piezas de marcas blancas de baja calidad y con un plazo de vida corto. Si se quiere sustituir una de estas piezas por alguna que realice bien su trabajo, el coste puede superar al original de aparato. ¿Merece la pena comprar algo así? Lo inteligente es escoger electrodomésticos de mayor calidad y que cumplan con una serie de requisitos.

Primero, deben de tener una garantía mayor que la obligatoria por ley sin que esto suponga un sobrecoste para el cliente. Segundo, deben de estar fabricados de forma modular, es decir, deben de poder separarse las piezas para que si se estropea algo, pueda arreglarse sin tocar el resto del aparato. Así, las reparaciones siempre serán posibles y la vida de estos aparatos será tan larga como cabe de esperar.

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