Tipos de máquinas tragaperras para bar

Aunque llevan ya muchos años entre nosotros y su funcionamiento es muy sencillo, las máquinas de monedas, llamadas popularmente tragaperras, siguen gozando de mucho éxito entre los clientes de hostelería. Las máquinas tragaperras para bar se dividen en tres tipos diferenciados. Aunque en los bares las más habituales son las del tipo B vamos a conocer un poco más sobre las características de estas máquinas y cuáles son sus diferencias.

Máquinas de tipo A: recreativos

Podemos afirmar que no son tragaperras propiamente dichas ya que no ofrecen ninguna recompensa económica, sino que permiten jugar una partida a un juego a cambio de la moneda que se introduce en ella. A pesar de que hoy todo el mundo tiene consolas de videojuegos en casa siguen siendo muy populares, aunque se suelen limitar a juegos de dados, futbolines o a máquinas situadas en establecimientos especializados en recreativos de todo tipo, algunos muy modernos y llamativos como los que simulan carreras  y permiten que el jugador se suba en una réplica de coche o moto para sentirse un verdadero piloto.

Máquinas de tipo B: tragaperras convencionales

Es el tipo de máquinas que están autorizadas para bares y cafeterías normales. Reparten los premios por ciclos, lo que hace que resulten muy divertidas para los clientes que juegan de manera ocasional. Son muy rentables para el establecimiento porque, normalmente, las ganancias que se producen con este tipo de máquinas se reparten al 50% entre la empresa propietaria de la máquina y el dueño del bar.

Normalmente, ofrecen bastantes premios pequeños que animan a seguir jugando. Los especiales pueden variar según el tipo y modelo de máquina y se dan cuando se completa el ciclo.

Máquinas de tipo C: para casinos y barcos

Este tipo de máquinas tragaperras no las vas a encontrar en los bares de tu barrio porque no está permitido que las tengan, pero sí puedes verlas en casinos o en barcos que tienen áreas destinadas al juego. Son máquinas que dependen totalmente del azar y que ofrecen pequeños porcentajes de ganancia, por lo que son altamente rentables para el establecimiento pero no para el jugador. Eso sí, cuando toca un premio especial suele ser alto, lo que hace que sean muy atractivas. Son las típicas que vemos en las películas escupiendo una gran cantidad de monedas cuando dan premio, llamando la atención de todos los posibles jugadores que se ven tentados por la posibilidad de que eso les ocurra a ellos, aun sabiendo que esta es muy remota.

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